Sam Miller era un atleta completo. También era un paciente habitual de rehabilitación, que a menudo se sentía frustrado por el uso de un equipo ineficiente y porque no tenía acceso a datos objetivos de rendimiento durante las largas e inútiles horas que pasaba en rehabilitación para las piernas y los pies.
Mientras tanto, el padre de Miller probaba un dispositivo de entrenamiento mecánico que había desarrollado originalmente en el MIT. Experimentó con el prototipo en el sótano de su casa durante más de una década.
Sam Miller fundó e incorporó Proteus Motion en 2016 para centrarse en optimizar el movimiento en lugar de aislar los músculos. Desarrolló una herramienta inteligente digital de entrenamiento de fuerza y rehabilitación para atletas a partir del concepto de su padre ya jubilado.
Para conseguir el prototipo inicial, se necesitaron innumerables rondas de diseño, pruebas y comprobaciones de iteraciones del prototipo físico. Paul Vizzio, director de ingeniería de hardware, explica: "Nuestro diseño se basaba principalmente en lo que podíamos hacer nosotros mismos e intentamos que fuera sencillo y asequible, pero este método no te permite escalar el diseño".