¿Qué es una startup?

Las startups son empresas de reciente creación que están pensadas para crecer rápidamente y ofrecer soluciones innovadoras que se pueden escalar para prestar servicio a mercados amplios. Tienen como objetivo revolucionar los sectores actuales o crear otros completamente nuevos por medio de tecnologías o modelos de negocio innovadores.

¿Qué diferencia a una startup de una pequeña empresa? Esto es lo que hace especiales a las startups:

  • Gran potencial: este tipo de empresas apuntan muy alto. Su producto o tecnología puede llegar a miles o millones de clientes.
  • Innovación: crea algo nuevo, no se limita a mejorarlo, ya sea un avance rompedor en el ámbito de las baterías o un proceso de fabricación revolucionario.
  • El crecimiento es lo más importante: la capacidad de escalar rápidamente va en su ADN. Por ello, puede que sea capaz de pasar del prototipo a la producción en masa en meses, no en años.
  • Financiación con capital riesgo: en lugar de generar beneficios estables, se centra en conseguir inversiones para crecer rápidamente. Los inversores apuestan por su potencial, no por sus ingresos actuales.

¿Qué es una pequeña empresa?

Las pequeñas empresas son negocios independientes, generalmente de ámbito local o regional, que generan ingresos estables y siguen modelos de negocio establecidos. Estas empresas dan prioridad a mantener un crecimiento estable y una rentabilidad constante, y a menudo se centran en mercados establecidos en lugar de optar por opciones que permitan una expansión rápida.

Las siguientes características son propias de las pequeñas empresas, a diferencia de las startups:

  • Constantes y estables: da prioridad a obtener unos ingresos fiables de forma continua en lugar de un crecimiento a gran escala. El éxito consiste en conseguir beneficios estables, no una estrategia de salida millonaria.
  • Financiación tradicional: en lugar de recurrir a capital riesgo, es probable que utilice sus propios ahorros, préstamos bancarios o ingresos para crecer. Es usted quien tiene el control de su empresa.
  • Modelos de negocio establecidos: se dedica a mejorar algo que ya existe en lugar de inventar algo completamente nuevo. Por ejemplo, su negocio puede ser una empresa de servicios de ingeniería o una consultoría.
  • Un menor riesgo y una recompensa más estable: sus posibilidades de éxito son más altas que las de una startup, pero está creando un negocio pensado para durar, no para venderlo.

Diferencias clave entre una startup y una pequeña empresa

A la hora de decidir entre una startup y una pequeña empresa, hay cuatro factores que debe tener en cuenta: cómo va a crecer, cómo va a conseguir el dinero, cómo va a ser la cultura de su equipo y qué riesgos va a asumir.

Estrategia de crecimiento

Las startups están concebidas para crecer rápidamente. La mayoría de las startups que se dedican al hardware tienen como objetivo pasar del prototipo a la producción en masa lo más rápido posible. Aunque empiece en un garaje, su plan de negocio contempla cómo va a conseguir millones de clientes en cuestión de pocos años.

Fuentes de financiación

Los fundadores de startups suelen obtener financiación de inversores de capital riesgo e inversores privados. Estos inversores apuestan millones a su potencial de crecimiento a cambio de la propiedad de su empresa, normalmente con el objetivo de llegar a una oferta pública inicial (OPI). Por ejemplo, si está desarrollando nueva tecnología en el ámbito de la robótica, es posible que necesite 2 millones de dólares para prototipos y pruebas antes de llegar a hacer ninguna venta.

Los propietarios de pequeñas empresas suelen recurrir a ahorros personales, préstamos bancarios o fondos de la Administración de Pequeñas Empresas de Estados Unidos (SBA). Podría solicitar un préstamo de 50 000 dólares para adquirir su primer equipo y reinvertir los beneficios para crecer. Aunque ese crecimiento podría llevarle más tiempo, le permite mantener el control total de su empresa.

Las pequeñas empresas crecen de forma estable y fuerte. Puede pasar de una máquina de CNC a diez en un periodo de varios años, o bien incorporar gradualmente nuevos servicios de ingeniería a medida que va desarrollando su base de clientes. 

Mentalidad y cultura

La cultura de las startups se basa en el café y en las noches largas. Es posible que su equipo trabaje de forma remota en distintas zonas horarias, cambie el diseño de sus productos tres veces en un mismo año y promueva ideas que parezcan locuras. La idea de crear algo revolucionario es lo que mueve a todos los miembros de su equipo.

La cultura de la pequeña empresa se centra más en la estabilidad y la comunidad. Mantiene relaciones sólidas con los clientes y los proveedores, perfecciona sus productos con el tiempo y fomenta un entorno de trabajo donde las personas pueden desarrollar sus carreras profesionales a largo plazo. 

Riesgos y recompensas

Las startups conllevan un riesgo y unos beneficios elevados: el 90% de las startups fracasan, y de las que sobreviven, solo el 15 % logra una estrategia de salida de 50 millones de dólares o más. Sin embargo, hay cientos de startups que reciben el estatus de unicornio cada año y alcanzan una valoración de más de 1000 millones de dólares. La recompensa es muy grande, y ese es uno de los principales motivos por los que los fundadores lo invierten todo en sus empresas.

Las pequeñas empresas dan más prioridad a la estabilidad. Si bien es posible que su empresa de ingeniería o su tienda de maquinaria no aparezcan en las noticias, sus probabilidades de tener éxito son más elevadas. Aunque no se vuelva multimillonario de la noche a la mañana, con el tiempo puede crear un negocio muy rentable que le permita vivir bien. 

Startups frente a pequeñas empresas: ¿cuál es la fórmula más adecuada para usted?

Para decidirse entre una startup o una pequeña empresa, debe conocerse y saber cuáles son sus objetivos y su visión. Veamos cuatro factores clave que pueden ayudarle a decidir qué opción le conviene más.

Tolerancia al riesgo

¿Cómo se siente ante la posibilidad de apostarlo todo a una gran idea? Con una startup, es posible que pasen meses o años sin recibir un solo pago mientras desarrolla su producto. Podría gastar todos sus ahorros en prototipos y fracasar de todos modos. Si eso le parece emocionante en lugar de darle miedo, es posible que la opción de una startup sea la más adecuada para usted.

Tipo de negocio

¿Está desarrollando una tecnología o una idea de negocio innovadora que podría transformar un sector? ¿Es su producto algo totalmente nuevo que necesita mucho dinero para ser desarrollado, como soluciones de robótica avanzada o productos de hardware innovadores? Entonces, lo más adecuado es una startup. Si su intención es ofrecer servicios establecidos, como consultoría de ingeniería, maquinaria personalizada o diseño de productos, es probable que la opción de la pequeña empresa tenga más sentido.

Plazos

¿Cuándo le gustaría ver los resultados? Las pequeñas empresas pueden comenzar a generar ingresos en cuestión de meses y conseguir beneficios de forma constante durante décadas. Si está pensando en crear algo que sea suyo toda la vida, opte por una pequeña empresa. Si su idea es crecer rápido y vender la empresa en cinco años, es posible que lo más adecuado sea una startup.

Recursos y contactos

Haga un balance de sus recursos. Si tiene conexiones con inversores de capital riesgo y mentores, y cuenta con un equipo de personas innovadoras del ámbito de la tecnología dispuestas a unirse a usted, es posible que ya tenga todo listo para empezar con su startup. También hay multitud de recursos gratuitos para startups. Si cuenta con conocimientos amplios sobre el sector, relaciones sólidas con los negocios locales y algo de capital ahorrado, tiene una base idónea para iniciar una pequeña empresa.